No sé si os sucederá, pero echo de menos ir a un concierto porque era una experiencia conjunta, de comunión con la música en la que se pueden compartir emociones. Me estoy poniendo sentimental, disculpadme.
Hoy os traigo una poesía inspirada en una pieza bellísima, perfecta para acompañarla de un buen café sólo... O con leche. Para vosotros cafeteros, espero que pronto nos encontremos en un concierto.